Escultor, José Zamorano Martínez (1992-1993)
El grupo escultórico de La negación de San Pedro fue encargado por esta cofradía a José Zamorano Martínez, prolífico imaginero y escultor hellinero, cuyas obras se caracterizan por un pronunciado estilo levantino.
El grupo escultórico representa el momento en el que Pedro negó conocer a su Maestro tres veces tras su prendimiento sin embargo, durante la tercera negación, al cantar el gallo Jesús se volvió para mirarlo y Pedro cayó arrepentido por sus actos.
Hablamos de grupo escultórico puesto que está integrado por dos tallas independientes esculpidas en madera policromada.
La del apóstol San Pedro fue la primera en realizarse. Es una talla de cuerpo entero que se representa arrodillado con actitud de arrepentimiento suplicando perdón, luce una complexión fuerte; con torso, brazos, manos y pies robustos, los rasgos anatómicos se hacen visibles con nitidez y están bien definidos.
Su rostro presenta rasgos ásperos con una expresión apenada y abatida representada en su mirada, apuntando al cielo con las cejas arqueadas y labios de tristeza. La cabeza tiene un ligero giro hacia su derecha tratando de encontrarse con la mirada del Cristo.
El apóstol tiene la rodilla izquierda apoyada en el suelo y la derecha flexionada; el brazo izquierdo se extiende hacia el lateral y el brazo derecho recae sobre el pecho implorando perdón. La talla está dotada de una vestimenta tallada, hablamos de una túnica con un patrón a rayas en color verde y azul recogida a la cintura cayendo hasta la peana y dejando al descubierto el pie derecho. Además de un manto ocre con detalles dorados que cubre su hombro derecho y se deja caer hasta la peana donde se pliega con pliegues voluminosos, amplios y gruesos.
Junto a la talla del apóstol San Pedro se encargó una segunda talla, la del Cristo, que llegó un año más tarde para completar el grupo escultórico. Es una talla de cuerpo entero que representa a un Cristo en posición erguida con las manos a la espalda atadas y exhibiendo una actitud imperiosa y majestuosa, al más puro estilo del autor.
Luce un rostro sereno representado en una expresión tranquila y profunda con la cabeza girada hacia su izquierda buscando con su mirada los ojos del apóstol.
Al igual que San Pedro viste una túnica tallada en color beige con detalles en dorado y atada a la cintura con una cuerda, dejándola caer hasta la peana y mostrando los pies del Cristo. Asimismo, sobre la túnica luce un “manto” con un patrón a rayas en colores rojizos y detalles dorados dejando al descubierto las manos en la espalda.
Cabe destacar que el grupo escultórico va acompañado de un gallo disecado de plumaje natural en posición de cacareo.
REPLICA DE LA NEGACIÓN DE SAN PEDRO
Escultor, Francisco José Bermejo Martínez (2006)
Existe una réplica de menor tamaño de esta talla fabricada en terracota cocida por el escultor murciano Francisco Bermejo.
Esta imagen se incorporó a la Procesión Infantil “Dejad que los niños se acerquen a mí” en el año 2006.
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